Las toxinas en casa



Mario Montalvo Ortega

Presidente de Grupo Montalvo


Las toxinas en casa

Cuando reducimos lo que poseemos y “desintoxicamos” nuestra casa, eso surte un efecto desintoxicante en nuestro cuerpo.

Cuando escuchamos la palabra  toxina pensamos en una sustancia venenosa de origen, como bacterias, vegetales o químicos que pueden dañar nuestro organismo, pero no pensamos en:

 1. Artículos que ya no uso.

 2. Ropa que no me gusta o que  hace mucho tiempo que no uso, que esta desgastada o rota.

 3. Artículos o equipos dañados.

 4. Cartas, facturas, recibos, garantías, notas antiguas.

 5. Plantas muertas o enfermas.

 6. Recibos, periódicos,  revistas antiguas.

 7. Zapatos desgastados por el uso.

 8. Cualquier tipo de cosas inútiles que recuerden el pasado.

 9. Los juguetes que ya no usan los hijos, que no funcionan o están rotos.

Las razones por las que no nos desprendemos de algo son: apego al pasado o ansiedad por el futuro, al tener desapego  pasarán varias cosas: la salud mejorará, crecerá tu creatividad, mejorarán tus relaciones, tendrás mejor capacidad de razonamiento, mejorará tu estado de ánimo.

La mejor manera de elegir que conservar y que desechar es tomar cada objeto con la mano y preguntarte: ¿esto me hace feliz?, si así es consérvalo si no deséchalo, este criterio es el más preciso y sencillo.

La organización efectiva implica sólo dos acciones esenciales: eliminar cosas y decidir dónde guardar las que me quedo, de esas dos, eliminar va primero.

Toma tres cajones y clasifica: para donar, para tirar o para vender.

Mientras ordenas observa que cambia en ti, al practicar el desapego con cosas materiales que sólo llenan nuestros espacios, poco a poco haremos lo mismo con cosas verdaderamente trascendentales.

Cuando ponemos orden en casa, ponemos en orden nuestra vida,  mente, corazón, asuntos y pasado.

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